Un encuentro con lo invisible

El espíritu de las plantas


Aunque parezca extraño para los occidentales, los indios consideran que cada planta tiene un «espíritu» (ver jugo de tabaco). Según ellos, este principio tiene que ver con el cuidado y estos espíritus de las plantas se comunican con los seres humanos de una manera sutil.

Mediadores del mundo espiritual

Este principio no pertenece a una institución religiosa. En la civilización amazónica, las plantas no son consideradas divinidades sino matrices o entidades vivas, mediadoras del mundo espiritual. Su poder de curación se activa mediante rituales precisos como el soplo con humo de tabaco y canciones sagradas precisas que resuenan con las plantas.

Una experiencia práctica


Los retiros amazónicos tradicionales elevan el nivel de conciencia. Nuestras vulnerabilidades, limitaciones y carencias se nos vuelven más perceptibles y accesibles al entendimiento y nos ayudan a comprender el significado de nuestra vida.
Para algunos, estos retiros pueden marcar un cambio concreto y poderoso en la vida.
Algunos observan incluso que ciertas cuestiones energéticas se manifiestan con anticipación a la fecha del retiro: sueños, emociones, recuerdos, sincronicidades, encuentros…

Una imagen más grande e integrada del mundo

Al igual que los nativos cuando se retiran a la selva amazónica, los participantes muchas veces experimentan esto de “ser parte de un Todo integrado”, y la razón de su existencia.
Es algo que nos sorprende profundamente.
Es un cambio profundo el que tiene lugar durante un retiro. Las palabras muchas veces no alcanzan a describirlo.
Es algo que solo se puede experimentar personalmente.

Aclaraciones

‘Medicina tradicional’ y medicina convencional


La «medicina tradicional» difiere de la medicina convencional occidental, pero no se opone a ella.
La medicina tradicional amazónica proviene del conocimiento ancestral y es practicada por ‘curanderos’. Tradicionalmente, los curanderos son iniciados por otro maestro curandero (a menudo un miembro de la familia) luego de un arduo proceso de formación. Estos curanderos no son doctores en medicina convencional. (Sin embargo, algunos médicos de medicina convencional se han iniciado para convertirse en curanderos).

Cuerpo y alma

La medicina tradicional está conectada con la naturaleza, no separa el cuerpo y el alma, y está enraizada en la cultura ancestral de los pueblos indígenas. No promete una cura, pero lleva a cabo la «sanación» (ver más abajo), no implica un diagnóstico oficial y reconocido, tratamiento farmacológico, operaciones quirúrgicas, hospitalización ni reembolso por parte de los seguros de salud.

El principio de curación o “sanación”


El principio de curación se basa en el cuidado (“curar” viene de “cuidar”) y utiliza herramientas vinculadas al manejo energético, y esto contribuye al bienestar general. Se enfoca en las causas invisibles del malestar o de las enfermedades. El concepto de «curación» es diferente al de la noción convencional de «tratamiento» reservada para el mundo médico. La tradición de curanderismo en América del Sur es el producto de la cruza y mezcla de diversas tradiciones. Las referencias judeocristianas también están presentes en rituales, oraciones y cantos y deben verse como parte de ésta cultura y no como un intento de conversión o persuasión religiosa.

Una parte del chamanismo


La palabra «chamanismo» es ampliamente utilizada en el mundo de hoy … En realidad abarca muchas tradiciones y prácticas diferentes.
El chamanismo amazónico incluye rituales de protección para la comunidad, diagnósticos a través de plantas y muchos otros conocimientos.
La medicina tradicional amazónica está dedicada al bienestar y también se la denomina «curanderismo». Por lo tanto, constituye una parte del chamanismo amazónico, pero no es una religión en sí misma.

Madre

El chamanismo amazónico usa plantas. En otras tradiciones, los chamanes trabajan con elementos (como el fuego). Las plantas están organizadas en una jerarquía. En la parte inferior de la pirámide están las plantas que tratan las dolencias básicas (ejemplo: dolor de espalda). En la parte superior, están las plantas más complejas que trabajan en varios niveles: físico, psíquico y espiritual. A estas pocas plantas específicas se las denominan “plantas maestras” o “plantas madre” y solo pueden ser manejadas por un curandero iniciado.

El rol de la purga

En ésta tradición, hay un énfasis especial en purgar. A diferencia de los animales y las plantas, los seres humanos deben regular constantemente su dimensión interna (emociones, pensamientos) y su dimensión externa (el medio ambiente). Para regular estas dos dimensiones, utilizamos el libre albedrío, la capacidad de adaptación y la capacidad de ajustar nuestra realidad interna a la realidad externa. Para tomar las decisiones correctas, para ser guiado, el ser humano necesita estar correctamente inspirado.
Este es precisamente el papel que desempeña la purga y la limpieza. Al limpiar el cuerpo, las emociones y los pensamientos se vuelven más alineados, consistentes, precisos y claros. De hecho, los conflictos y el malestar a menudo provienen de la fragmentación entre las percepciones corporales, las emociones y los pensamientos.
Por lo tanto, durante un retiro, se trata de alinear, equilibrar e integrar estos distintos niveles ‘espiritualizando el cuerpo y corporizando la mente’.

¿Por qué los curanderos usan perfume para curar?


Los curanderos “perfumeros” trabajan soplando perfumes sobre el cuerpo de los pacientes, al igual que se hace con el humo del tabaco.

Alcanzando nuestra conciencia

Durante las sesiones, la barrera de la represión inconsciente se relaja por el efecto de las plantas: es más difícil reprimir lo que uno siente. Gracias al perfume, los sentimientos abstractos o reprimidos podrán llegar hasta nuestra conciencia. El perfume muchas veces juega un papel de “pantalla” donde se proyecta la película de nuestras sensaciones corporales.
Al igual que los animales en la noche, nos permite ubicarnos en espacio y tiempo durante la sesión nocturna. También nos brinda la posibilidad de integrar y metabolizar mejor las percepciones auditivas y visuales.

Un escudo contra el malestar

Los participantes a menudo llegan a experimentar emociones intensas. El perfume crea un escudo contra el malestar y la ansiedad primaria. El curandero sopla “agua florida” y otros perfumes. Algunos curanderos no tienen dudas de que los perfumes ayudan a “levantar el espíritu” y calmar la angustia. A veces, el curandero puede incluso beber el perfume como si estuviera lavándose por dentro para purificarse. Es un arma muy efectiva para protegerse contra la contaminación energética.
En el mundo de los curanderos amazónicos, el olfato se convierte en una herramienta de aprendizaje en otros planos, tanto como en la visión. Los sentimientos olfativos del curandero se acompañan de símbolos y brindan información valiosa.
Finalmente, para el curandero así como para los participantes, la presencia del aroma hará posible encontrar un anclaje a tierra, regresar al cuerpo y “llegar a buen puerto” con un espíritu finalmente apaciguado. Esta es también la esencia de los perfumes.

Espiritualidad


Esta palabra se usa mucho por lo general…
En el contexto de un retiro, “espiritualidad” puede significar:

  • Un libre cuestionamiento del significado de la vida.
  • Poder dejarse sorprender por una nueva representación del mundo.
  • Enraizar la experiencia en el cuerpo y con un acompañamiento verbal (la espiritualidad no se opone a la psicoterapia ni a la medicina convencional).
  • Dejarse impregnar por el silencio, los árboles, la naturaleza y la simplicidad.
  • Liberar recuerdos encriptados y que nos condicionan, para poder ir hacia una realización y liberación personal.
  • Ir en un sentido de mayor autonomía, menos dependencias y menos evasión personal.
  • Descubrir aquello que nos anima (trabajo, calidad de vida, relaciones, lugar de vida), y darnos cuenta de cuál es la mejor manera en la que se materializa nuestra vitalidad.
  • Descubrir que lo que creemos que está separado está finalmente integrado: el cuerpo y la mente, lo femenino y lo masculino, el hombre y la naturaleza, el yo y el entorno, lo visible y lo invisible.